Ultrapocesados.
Más que alimentos, son productos o preparaciones industriales comestibles o bebibles que suelen tener fase de procesado tanto para su elaboración en sí como para su conservación estética y organoléptica, usando principalmente químicos: conservantes, colorantes, potenciadores del sabor,...
Pero no se debe confundir con el término ultraprocesado con el de procesado. Éste último sólo es la materia prima con uno o varios ingredientes que sufren un proceso básico de elaboración. Por ejemplo, unos procesados habituales (y saludables) serían los botes de legumbres cocidas o el aceite de oliva virgen extra.
Otro ejemplo para entender la diferencia: un "procesado" sería un jamón curado con sólo la carne de cerdo y sal. En cambio, un ultraprocesado incluiría a la carne y la sal del "procesado", pero también se le añadirían azúcar y aditivos varios, como antioxidantes, conservadores,... Y, de hecho, hoy en día es más fácil encontrar su versión ultraprocesada que la originalmente sólo procesada.
Y, mientras que hay una gran lista de productos fácilmente reconocibles por todos como ultraprocesados: snacks, refrescos, bollería, comida precocinada,... También son muchos los productos de apariencia “procesada” (que de hecho anteriormente lo eran) pero que en realidad son ultraprocesados en su gran mayoría. Como el ejemplo anterior del jamón.
Por eso, para elegir un buen alimento procesado y evitar los ultraprocesados, es muy importante aprender a leer bien, y leer siempre, la etiqueta de los productos envasados. Que tenga pocos ingredientes, y todos reconocibles, suele ser una buena señal de que es sólo procesado. Pero si hay muchas E-, o ingredientes de nombres impronunciables, ya no es tan buena señal, más si vemos que la cantidad de azúcares añadidos, grasas saturadas y/o sal es muy alta.
Muchos de esos aditivos y añadidos, no sólo nos crean cierta “adicción” (especialmente los azúcares y los potenciadores de sabor), también tienden a ser disruptores endocrinos y a dañar nuestro organismo. Además de aportar grandes cantidades de azúcares añadidos, sales, grasas saturadas,... Mucho más allá de lo requerido en la ingesta diaria y que puede llevar a obesidad y otros problemas de salud.
No te vamos a pedir que te los quites todos de golpe, aunque sería lo ideal. Pero sabemos que no es tan fácil y lo mejor es ir sustituyéndolos por alimentos reales y procesados saludables paulatinamente. Así mejoraremos nuestra sintomatología, tanto el dolor, como la fatiga, el insomnio, el síndrome del colon irritable....
Por todo ello lo mejor suele ser comprar en el mercado de barrio o tiendas locales de materia prima: frutas, verduras, huevos,... Prescindir de los supermercados e hipermercados en la medida de lo posible. Cuanto menos etiqueta tenga el alimento, menos procesado esté y más ecológico sea, mejor que mejor. Por supuesto, siempre acorde a nuestra situación personal.
A veces eso de "somos lo que comemos" tiene más razón de la que creemos y por eso deberíamos cuidar con que nos alimentamos, que cosas ingerimos y por qué lo hacemos. Ser conscientes de lo que comemos y cómo lo hacemos puede ayudarnos a mantener una mejor alimentación y ayudar a tener una vida más saludable.
¡Tú puedes! No estás sola en el camino.
¡Tú puedes! No estás sola en el camino.
Achuchonazos suavitos. 🫂💜
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